miércoles, 8 de julio de 2020

Trascender el Dolor



El proceso de sanación personal, requiere de un ingrediente fundamental, que es la capacidad de salir del círculo de dolor en el que muchas veces estamos sumergid@s. El paso previo y fundamental es reconocer y ser conscientes que estamos en un círculo de dolor. Ya que muchas veces estamos hace tanto tiempo en el círculo, que comenzamos a naturalizar muchas cosas y hasta nos creemos dign@s de sentir ese dolor constante. Y posiblemente, le adjudiquemos excusas, o explicaciones que simplemente no se sustentan en lo real.
Lo que más cuesta no es empezar a hacer cosas nuevas, lo que más cuesta es dejar de hacer lo que estamos acostumbrados a hacer. Ya sea por mandato heredado o por no poder ver con claridad. Y con esto quiero decir, que muchas veces nos encontramos una y otra vez repitiendo las mismas acciones y actitudes, quizás en distintos escenarios. Pero al fin y al cabo, sabiendo y hasta inconscientemente, que el resultado nos va a llevar indefectiblemente al dolor. A esto lo llamaremos estar inmerso en un círculo de dolor. Nos hemos criado bajo el lema “mejor malo conocido que bueno por conocer “. Adoctrinando y creando implícitamente, personalidades que no se revelen frente al dolor (que en muchas ocasiones es inevitable y necesario) . Y hasta que no nos hagamos conscientes, que hay otras formas y que hay una salida, no vamos a poder salir del círculo. Y seguramente, nuestros afectos reales y sanos, a sus formas nos advierten que estamos en el círculo de dolor. Pero no lo podemos ver, creemos que no hay otra posibilidad. Porque quizás tenemos muchos velos mentales y niebla que no nos deja ver otras alternativas. Y el problema es que cuanto más tiempo pasamos en ese círculo, más nos alejamos de la orilla de lo saludable o integrativo. Entonces la real sanación se da cuando “nos caen las fichas” que estamos recorriendo un círculo con un pronóstico más que predecible. Que muchas veces, por una “pseudoseguridad”, no queremos salir de ahí porque sabemos que mirar más allá nos puede dar mucho miedo. Porque ese salir seguramente implique dejar atrás una parte nuestra, una historia, una estabilidad económica, quizás hasta implique deshacernos de conductas aprendidas que están tan arraigadas que ya tomaron forma en el cuerpo. Pero realmente, sino nos animamos de nadar a la orilla de la cual nos alejamos, en un momento psíquica o físicamente nos hundiremos.
Y siempre recordemos que la fórmula, es cuanto más amor menos dolor. Y qué mejor que procurarnos el menor dolor posible. Ya sea con relaciones, trabajo, formas de vincularnos, o con que a cada un@ le toque. Por su parte, el Yoga (en su totalidad), nos aporta claridad y discernimiento. Lo que hace, que cuando estemos por entrar al círculo podamos salir a tiempo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario