miércoles, 15 de abril de 2020

La Obsesión por la Felicidad


Una de las tácticas que utiliza el mercado, y de mayor efectividad, es la imposición y el mandamiento de ser feliz. La cual es aceptada por la mayoría de las personas. Y podemos observar que el mecanismo, ya conocido, es básicamente que si consumo determinado producto seré feliz (celulares, viajes, comida, ropa, etc.) La felicidad se nos vende como diversos placeres en distintas formas y envases. Nada nuevo hasta aquí... Y la moda es ser feliz (queda bien, es necesario y “tiene buena prensa”). Y hasta parece que ser feliz es el objetivo supremo del Ser Humano.
El problema de esta “filosofía” es que la felicidad, es un estado tan efímero como el arcoíris y tan cambiante como la luna. Es por eso, que sabiendo esto, ya no podemos establecernos en ella. Ya que será una vía directa al sufrimiento. Porque hoy creo ser feliz, pero mañana alguien me dice algo que me desagrada y dejo de serlo; o me echan del trabajo y la felicidad instantáneamente de disuelve.
Entonces no es conveniente depositar nuestra paz interior a ese estado llamado felicidad que es temporal y como todo estado se encuentra sujeto al cambio y a los tres gunas (elementos que constituyen la materia).
¿Y qué camino nos queda?
Hay un camino, por el cual han transitado grandes maestros y sabios, gurús, rishis, etc. Ese camino es el camino de la plenitud.
Las personas, aun siendo seres finitos y limitados, tenemos un espacio dentro de nosotros que no cambia. Un espacio para establecernos que nos llenará de gozo (lo cual es muy distinto al placer); que nos colmará de paz; un espacio al cual podemos recurrir siempre y jamás nos abandona; un sitio donde la ruidosa mente reposa y toma descanso; donde el yo por un instante toma distancia del conocedor; un lugar atemporal, que va mucho más allá de los placeres sensoriales.
La plenitud es un estado que no conoce de grises. Te encuentras absorto en ella o no, y la pregunta es: ¿Cómo experimentar esa plenitud?
No tengo una receta instantánea (y creo que no existe, si alguien la posee por favor que la pase!) Pero lo que si existe son prácticas, sostenidas en el tiempo, bajo la enseñanza de un/a maestro/a. Prácticas milenarias anteriores a Cristo. Que nos conducirán a la plenitud enunciada. La práctica de mayor efectividad es la meditación en silencio. Pero claro que al principio no es nada fácil, y notaremos como nuestra mente vaga de un lado a otro pensando qué vamos a comer a la noche o qué tengo que comprar. Realizando así infinidad de asociaciones. Pero luego de mucha práctica y horas de meditación podremos aquietarla y re-descubrir ese espacio, que no es más que la pura Consciencia conduciéndonos a la plenitud del Ser.

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