El complejo mental, está constituido por distintas partes. Y
a cada parte le daremos el nombre de instrumentos mentales. Los instrumentos de
la mente son: : Ahamkara (El Ego); Manas
(procesa la información sensorial); Buddhi (el discernimiento); Chitta (la
consciencia).
Cuando nos adentramos en la práctica del Yoga, vamos
descubriendo que la mente no es una totalidad que trabaja de manera uniforme.
Sino que tiene distintas “capas”. Esto quiere decir que en esa diversidad de
capas, sintonizamos más unas que otras. Tenemos capas más toscas y más sutiles.
Las capas más toscas, y más burdas son aquellas con las que
lidiamos de manera cotidiana. Puede ser:
·
La capa de la mente agitada, llena de
preocupaciones, ansiosa, etc. Es una capa, por la cual solemos transitar en
momentos de estrés y sino somos capaces de transformar esto, sin dudar será una
puerta de entrada a la enfermedad manifestada en el cuerpo.
·
La capa
de la mente “viajera”, una capa que sintoniza el pasado. Donde nos trae
angustia, melancolía o depresión. Donde el lamento es un denominador común.
Pero al ser viajera, también nos lleva al futuro. Pero no a modo de proyectos
concretos, sino que va de un futurible a otro. Es una mente que no es capaz de
establecerse en el presente.
·
La capa
de la mente asociativa, una capa que sintoniza la mente, donde va enlazando
pensamientos interconectados. Pero que no poseen un fin concreto ni tampoco un
hilo conductor. Por ejemplo, veo un perro cualquiera por la calle y pienso que
a mi perro lo tengo que llevar a vacunar, luego pienso que estoy en desacuerdo
con la gente que no se vacuna, luego recuerdo a ese amigo que le tiene fobia a
las agujas, y pienso que pronto es el cumpleaños de su hermano. Y así podríamos
seguir por horas.
Pero hay capas más sutiles, que si practicamos, nuestra
mente puede sintonizar. Son más sutiles, y nos llevan a tener claridad y estar
conscientes:
·
La capa de la mente atenta. Es una mente que
está en plena presencia y en un estado de máxima atención pero relajada. Observando
y sin juzgar cada acción.
·
La capa
de la mente enfocada y concentrada. Es una capa donde la mente puede enfocarse
en un determinado soporte u objeto sin estar dando muchas vueltas.
·
La capa de la mente interiorizada. Es una capa
que podemos sintonizar, a través de la meditación. Donde Ahamkara y Manas
cesan, para conectarnos con nuestro Yo más profundo e ir descubriendo esa
consciencia que está detrás de todo. Es una experiencia transformadora, porque
las identificaciones mentales se dejan de lado para dar lugar a algo más
revelador que nuestro pequeño y sufriente Ego.
·
La capa de la mente elevada. Podríamos asociarla
al Samadhi o Nirvana. Sin indagar en los tipos de Samadhi. Pero es una mente
sumamente sutilizada e iluminada. El Samadhi se define como el cese de dualidad
entre el sujeto que medita y el objeto de meditación. El experimentador y la
experiencia son uno. Ya no hay dualidad. No obstante, a mi entender, cualquier
escrito queriendo explicar el Samadhi, nos aleja más de lo que nos acerca.
Porque según dicen los maestros, es una vivencia experiencial. Y escribir sobre
ella, sería limitar la experiencia.
Las capas más burdas, son conocidas por la mayoría. Pero
para sintonizar las capas más sutiles, es necesario la Sadhana, es decir la
práctica Yóguica guiada por un/a maestrx. Una práctica, donde se involucre y
vaya más allá del cuerpo. Donde se dé lugar sobre todo al aspecto meditativo y
energético de la práctica. Si nos quedamos solo en los Âsanas, indudablemente,
jamás podremos acceder a estas capas más sutiles.
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