jueves, 28 de mayo de 2020

Luz y Existencia





El Loto crece en lugares fangosos, los diamantes no son más que carbones que han soportado muchísima presión. Quizás, en estas manifestaciones, la naturaleza nos está enseñando que las situaciones que parecen ser muy dolorosas e incomprensibles poseen un lado luminoso. Mi intención, no es en absoluto romantizar los hechos trágicos. Pero sí saber, o más que saber, hacernos cargo que hay una parte nuestra que siempre tenderá a observar los aspectos más luminosos de la existencia. Si estaríamos encerrados en una habitación hermética, y hay un pequeñísimo agujero por el que entra un rayo de sol, no nos cabe la menor duda que cualquiera mirará a través de ese pequeño agujero con la clara intención de buscar la luminosidad. Porque internamente siempre, y pese a toda circunstancia, nuestra humanidad más profunda tiende a lo luminoso. Se trata de abrir el campo de percepción, de ver más allá de nuestras narices, de basarnos un poco más en la realidad y no tanto en nuestro pequeño y sufriente ego, se trata de ver más allá de nuestra mente ansiosa y cambiante, y salir de la caja mental y cerrada que nos empequeñece. Y sabiendo que poseemos muchas potencialidades latentes, y que el Yoga es un campo propicio para desarrollarlas.
En el campo del Yoga el aspecto luminoso de denomina Sattva, que es un aspecto de los tres Gunas. Los Gunas, son los elementos que constituyen todo tipo de materia. Es decir, que la materia puede poseer cualidades Tamásicas (como ser la pereza, la oscuridad, etc). Cualidades Rajásicas (el actuar por inercia, de manera desenfrenada, la agitación,etc). Y la última, la cualidad Sattvica, relacionada con la luminosidad, con el accionar dhármico, la pureza, etc. Las personas, nos movemos en estos tres planos, prevaleciendo más una que otra. Y en cada situación, también se encuentran estos tres aspectos, pero por falta de clarividencia (observar las cosas con claridad, tal cual son) y discernimiento solemos estrechar la mirada a ese aspecto oscuro que poseen las situaciones. Entonces, bajo esta mirada, se trata de levantar la tapa y sacar la luz que posee la existencia y las situaciones. En un mundo tan cambiante, los absolutismos son la puerta de entrada al sufrimiento. Y si logramos ser capaces de conocer la lógica que hay detrás de todo acontecimiento la existencia se convertirá en un gozoso viaje y no en una carga llena de dolor.
El Yoga nos amplía la mirada, hace que abramos la percepción y seamos más humanos. Para así procurar menos dolor para mí y los demás seres. El Yoga, con todo su conjunto de prácticas y su corpus de conocimiento nos llevará indudablemente a abrir la percepción. Pero para tal fin, debemos de ser capaces de entregarnos de lleno al camino. Porque no se trata de recibir, sino de despojarse con entrega total para que la transformación se haga posible.

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