miércoles, 15 de abril de 2020

¿Cómo meditar?









Muchas veces, escuchamos los extensos beneficios de la meditación. Cada vez más médicos/as, la ciencia, y otros profesionales nos enuncian los grandes efectos que posee. Si bien, se nos presenta como algo novedoso, vale aclarar que grandes maestras/os y demás han llegado a este conocimiento de manera intuitiva. Por otra vía por la que Occidente no está acostumbrada, desconfía y la mira de reojo.
En la sociedad occidental actual, hubo un cambio notable. Es que ahora sabemos qué es la meditación y la encontramos algo más legitimada. Pero sucede muchas veces que nos encontramos con qué no sabemos cómo meditar. Nos sentamos, y notamos que de los 20 minutos que teníamos intención de meditar la mente vagó de un lado a otro. Haciendo asociaciones, proyectando, recordando, pensando que voy a comer a la noche, etc. Si esto sucede es totalmente normal y hasta positivo. Porque estás descubriendo algo muy importante, que es la naturaleza del funcionamiento de la mente. Y estás descubriendo que la naturaleza de la mente es ser inquieta y crear infinidad de pensamientos.
Lo que puede colaborar a que la mente encuentre la quietud es saber ¿Qué es la meditación? y ¿Para qué me siento a meditar? ¿Cuál es el sentido de esto que estoy haciendo?...Que el médico de la tele dice que hace tan bien!
La meditación es concentrar la atención en un punto fijo. Un punto fijo, es algo inmóvil, que no cambia y un tanto estático. Ese punto fijo puede ser: Un mantra, la práctica del Japa Mala, un mandala, las sensaciones de mi cuerpo, mi respiración, una imagen que me traiga quietud, etc. El nombre que se le da a ese punto fijo es soporte meditativo.
Puedo elegir el soporte que más me resuene o idealmente el que mi maestrx me indique. Por ejemplo: repetir el mantra con el Japa. Al principio notarás que la mente se va de un lado a otro. Pero con la práctica, y solo con la práctica la lograremos aquietar paulatinamente. Esta es sin duda la primera barrera que debemos trascender, la distracción.
Con el tiempo notaremos que nuestra mente poseerá mayor capacidad de concentración y no se distrae con la misma facilidad. Podremos establecernos en el soporte meditativo por más tiempo. Pero luego viene la segunda barrera, el aburrimiento. A la mente no le gusta realizar la misma acción por demasiado tiempo. Imagina, proyecta y formula excusas para abandonar la meditación porque la mente ya logró calmarse o aquietarse unos instantes. ¿Qué podríamos hacer? Para avanzar con nuestra meditación, se requiere de una gran voluntad, determinación y perseverancia. Lo que debemos hacer, cuando la mente se aburre es interiormente, recordarle que estamos en meditación y tener la autoría para no cumplir con las ideas que se le ocurren una y otra vez.
Cuando logramos vencer estos dos obstáculos y permanecer en profunda meditación, hemos dado un gran paso. Porque el soporte meditativo (el objeto o lo experimentado) se vuelve uno con el sujeto, el practicante o el experimentador.
Y podremos observar como sentimos una gran liviandad en el cuerpo físico y la mente sin movimientos. Y nos convertimos en un testigo que observa el proceso, sin juicios, sin análisis, etc. Hasta podremos notar que nos olvidamos por unos instantes de nuestro yo, y solo permanece la conciencia. Donde obtendremos un gran descanso y una grandiosa plenitud. Es para destacar que esto no se logra de un día para el otro, sino que requiere tiempo y una fuerte convicción.

Recomendaciones generales para meditar:
• En lo posible que sea un lugar silencioso.
• Por más que no sea frecuente esta recomendación sirve, avisarle a la persona con la que vivo o me encuentro que por unos instantes estaré ocupado.
• Un zafu, almohadón o cualquier elemento que haga que mi columna esté erecta.
• Al princio, poner una alarma puede ser de ayuda. Y con el paso del tiempo alargar las sesiones de meditación.
• Debo prestar atención a que mi columna se encuentre erguida, el pecho abierto y mi cabeza centrada. Elejir el arreglo de piernas que quede cómodo, quizá una silla también puede ser de gran utilidad al principio.
• Regular mi respiración ayuda y mucho. Puedo contar regresivamente unas 10 exhalaciones, llevando el aire a la zona del abdomen al inhalar (sintiendo como el ombligo va hacia afuera) y como al exhalar el ombligo va hacia dentro y se desinfla la panza.
• Elegir un drishti (punto de atención, llevando la mirada al entrecejo o la punta de la nariz).
• Recordar, que la respiración también se aquieta, ya que funciona como un lazo para la mente. y tratar de que la respiración sea abdominal siempre. Es decir, como mi respiración se aquieta también lo hace la mente.
• Así como un guardián vigila su castillo, debemos siempre vigilar los movimientos de la mente.

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