jueves, 16 de abril de 2020

¿Misticismo o Espiritualidad?




¿De qué hablamos cuando hacemos referencia al “Misticismo”, acaso es lo mismo que espiritualidad? En el siguiente artículo lo esclareceremos.
El misticismo, refiere a cualidades de orden mistéricas. Es decir su desarrollo se da en gran medida por fenómenos místicos. Se encuentra en todas las religiones, y hasta puede no pertenecer a un dogma en particular. El místico, generalmente anhela compartir y explicar su experiencia con el resto de la humanidad. Lo cual es en vano, porque no hay un recurso perfecto para detallar una experiencia de tal índole. Y cualquier palabra que le queramos adjudicar la limitaría. Luego de la experiencia, el místico se transforma profundamente y ya no es igual. Luce López Baralt, una catedrática puertorriqueña, dice que el fenómeno místico solo se le es otorgado solo a las personas vulnerables porque son quienes más necesitan este tipo de experiencias. Entonces no podremos lograr nunca una experiencia de tal magnitud por los propios esfuerzos individuales, ya que será otorgado por la Gracia del Misterio.
En cambio, la espiritualidad, es independiente del fenómeno místico ya que no es necesaria para su desarrollo. La espiritualidad apunta al autoconocimiento, a la expansión de la Consciencia, a la liberación, al desarrollo de las potencias humanas cultivando así hábitos más integradores, y sobre todo al darse cuenta de lo que somos en esencia.
La intención de escribir este artículo se da porque hay una confusión en que si practicamos Yoga, meditación o la vía que elijamos, experimentaremos un fenómeno místico que nos cambiará. Nada más alejado de la realidad, el trabajo interior requiere de una práctica sincera. No podemos esperar que fantaseando luces de colores, haciendo meditaciones guiadas o visualizando cosas ya está, para que haya transformación real debemos (como dice Jung) hacer consiente nuestra oscuridad. Ese es el primer paso. Y si en la meditación no se hace presente ninguna luz, aroma, sonido, etc no pasa nada porque no es necesario en absoluto. Y sigue siendo una experiencia sensorial como cualquier otra. Por eso es muy necesario a estar atentx y no caer en meditaciones donde se persiga obsesivamente una experiencia mística porque seguramente acabaremos dando la cabeza contra la pared una y otra vez. Y no es el objetivo en absoluto.
Entonces, que mejor que apuntar al desarrollo espiritual, recordando que la espiritualidad se da de abajo hacia arriba. En los actos más cotidianos y que la práctica es constante.

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