jueves, 16 de abril de 2020

¿Estancamiento, pereza, fatiga o sueño?



¿Estancamiento, pereza, fatiga o sueño?
Hay veces, que podemos sentirnos faltos de energía. Nos levantamos con “la batería baja”. Como si nuestros ojos se nos cerraran solos. Pero es importante diferenciar entre:
1. Estancamiento Vital
2. Pereza
3. Fatiga
4. Sueño
De este tema tratará el artículo, que mucho tiene que ver con conocerse unx mismx (autoconocimiento). Reconocer esos síntomas, saber qué me pasa. Auto diagnosticarme de manera sana y saludable. Para saber que intervención realizar a futuro.

1. ¿Qué es el estancamiento vital?
El estancamiento vital se da cuando el Prana (energía vital) no circula en armonía, a través de los Nadis (canales). Podemos experimentar un pseudo-cansancio a pesar de haber dormido las horas necesarias. Esto puede ser recurrente o no. Los factores que más lo influyen son:
• La calidad de mi respiración
• La alimentación
• La cantidad y el tipo de actividad física que realizo
• Si me encuentro regulado por el ritmo circadiano o reloj biológico
• Situaciones estresantes
Cuando el Prana circula fluidamente nos sentimos sin cansancio y llenos de energía, de lo contrario podemos experimentar (síntomas):
• Abombamiento
• Dolor de cabeza
• Cansancio
• No tenemos ganas de nada
• Faltos de voluntad
• Pesadez
• Inacción
El estancamiento es uno de los más difíciles de darnos cuenta porque no lo conocemos o no oímos hablar de el. Siempre, cuando éramos pequeñxs nos decían que era sueño y lo creímos. Debido al ritmo de vida actual, es el más frecuente.
¿Cómo hacer para que ese estancamiento se disuelva?
La respuesta es muy sencilla: practica Yoga, sobre todo Hatha.

2. Pereza
La pereza, tiene que ver más con factores mentales por un lado y con qué tan ejercitado esté el maravilloso músculo de la voluntad por otro. La pereza es preocupante cuando recurrentemente me inhabilita para accionar. Es regida por Tamas (Guna).
¿Cómo vencer esta barrera?
Muy simple, determinación. Hacer de lo que me hace bien (acciones integrativas) un hábito. Un hábito tan pero tan fuerte que no sea cuestionable ni negociable, eso se logra con mucha práctica. Sabiendo que cada acción integrativa, formará un gran muro muy difícil de romper. Que me sostendrá cuando más necesite.
A la mente, le gusta lo conocido. Lo que a corto plazo genere placer sensorial con poco esfuerzo, entonces debo conocer que tan fuerte es esta tendencia en mí. Por ejemplo, cuando es hora de mi práctica de Yoga, no es conveniente pensarlo demasiado. Ni dar lugar al análisis, debo ser firme y utilizar toda la fuerza de mi voluntad a mi favor. Sabiendo que una vez comenzada la práctica no la querré abandonar. Esto con el tiempo se volverá una tendencia o un hábito. Debo tratar de no seguir como esclavo los deseos de mi mente, a excepción de que sea una acción integrativa. Vale aclarar, que está bien darnos placeres. Lo preocupante es cuando el placer se vuelve el eje de la acción y corremos de un lado al otro por los caprichos de la mente. Era el mismísimo Buda, quien decía en sus Cuatro Nobles Verdades, que el sufrimiento proviene del deseo.

3. Fatiga
En esta clasificación, la fatiga, tiene un abordaje más bien relacionado con el cuerpo físico. La fatiga, tiene síntomas y signos más bien observables. Se da cuando hay dolor muscular o articular por el exceso de actividad física, el cuerpo necesita descansar y duele. Generalmente se hizo una actividad física intensa. En este estado, la flexibilidad suele estar limitada y los músculos acortados.
Como enuncié, lo que queda por hacer es simplemente descansar o dormir para que el cuerpo se regenere y evitar lesiones o daños. Siempre recordamos “ahimsa paramo Dharma”.

4. Sueño
El más fácil de conocer, pero el más confundido también. Porque todo lo adjudicamos al sueño, se confunde fácilmente, con el estancamiento. Momentos donde debo accionar para dejar que circule la Energía Vital me voy a dormir o al revés. Lo que sucede con el sueño, es que simplemente debo prestar atención a la cantidad de horas que me hace bien dormir. La ciencia, habla de que lo más óptimo es dormir y organizar nuestro descanso en ciclos de 90 minutos de sueño. Esto quiere decir que sería ideal dormir contabilizando ciclos de 90 minutos, ejemplo: 6 o 7:30 horas y así se suma. No obstante, como es un espacio de autoconocimiento, soy partidario de que cada unx descubra el tiempo óptimo de horas a dormir.
Y vale aclarar, que a veces, dormimos la cantidad de horas adecuada y seguimos teniendo cansancio mental. Esto es porque la mente sigue dando vueltas antes de ir a dormir y seguimos pensando. Es por eso de la importancia de la práctica del Yoga, nos ayudará a dejar que la mente encuentre la quietud y conciliar el sueño será más fácil. Es recomendable antes de ir a dormir unas contar en cuenta regresiva de 10 a 0 las exhalaciones profundas en la zona del abdomen. Podemos apoyar las palmas de las manos en el ombligo y sentir como al inhalar el abdomen se eleva y como al exhalar el abdomen va hacia dentro. Contabilizando las exhalaciones. La respiración es un lazo para la mente y los pensamientos, es una gran herramienta que nos acompaña a donde vayamos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario